Trabajamos a partir de la interacción de las pieles con los sentidos. El manejo de las formas y texturas de distintas maneras lleva a entender a la piel como un habitàculo, el cual se puede transformar y adaptar a diferentes personas y situaciones; afectando las dinamicas relacionales.
Como primera actividad nos enfrentamos a la tela, llevàndonos a experimentar amarres, sentir, tocar, estirar entre otras.
Como primera actividad nos enfrentamos a la tela, llevàndonos a experimentar amarres, sentir, tocar, estirar entre otras.
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